Telefónica se está preparando para dar un golpe en la mesa y recuperar el trono. La histórica operadora española, que durante años ha sido uno de los gigantes indiscutibles de las telecomunicaciones, quiere ahora reinventarse para volver a ocupar un papel protagonista en el nuevo escenario tecnológico.
¿Y cómo lo hará? Pues su idea pasa por una ambiciosa estrategia que pretende diversificar su negocio apostando fuerte por la tecnología, la ciberseguridad y, para sorpresa de todos, por el adquisición de Vodafone España, sino que estarían yendo a por objetivos más pequeños, pero con gran capacidad de crecimiento. En este sentido, podrían estar buscando alianzas o integraciones con compañías del sector tecnológico y del sector defensa español, como Indra o Minsait. De hecho, se lleva años hablando de esto, pero ni Telefónica ni Indra han confirmado oficialmente nada.

Detrás de esta estrategia está el actual presidente de Telefónica, Marc Murtra, quien conoce muy bien el sector de defensa tras haber presidido Indra durante varios años. Este conocimiento directo del sector le permite identificar oportunidades que otras operadoras quizá pasarían por alto. La realidad es que el Gobierno español, a través de su ambicioso plan de gasto militar, prevé destinar miles de millones de euros a la modernización tecnológica de la defensa, y Telefónica no quiere quedarse fuera de este reparto.
Pero esta estrategia no se limita al territorio español, pues Telefónica también tiene planes para llevar a cabo en Brasil, Reino Unido y Alemania, donde también quiere crecer con este tipo de operaciones, para lograr mayor músculo financiero y afrontar con total capacidad las enormes inversiones que requiere la digitalización actual.

Actualmente, la división Telefónica Tech genera en torno a 2.000 millones de euros anuales, todavía muy por debajo de los más de 42.000 millones que representa el conjunto del grupo, que sigue dependiendo en gran medida de sus servicios tradicionales. A pesar de haber crecido cerca de un 10% en el último año, el ritmo es insuficiente para competir de tú a tú con los grandes actores tecnológicos internacionales. Por eso la compañía quiere pisar el acelerador y optar por compras estratégicas que le permitan multiplicar rápidamente su tamaño y su peso en sectores de alto valor añadido. Además, el Gobierno español busca crear un gran campeón tecnológico nacional, con Telefónica, Indra y Hispasat como posibles pilares del proyecto.
Mientras tanto, la posibilidad de comprar Vodafone España sigue sobre la mesa, pero empieza a percibirse más como una operación secundaria dentro de la ambiciosa revisión estratégica que la operadora está llevando a cabo. El verdadero crecimiento, el que puede marcar el futuro de la compañía en las próximas décadas, parece estar en estos sectores donde la tecnología, la defensa y la ciberseguridad se cruzan.