Durante años, viajar con Ryanair ha sido un tedioso ejercicio que te obligaba a tener que medir la maleta una y otra vez, meter la ropa a presión y rezar porque nadie en el aeropuerto sacase la cinta métrica. Pero ese excesivo control podría tener los días contados, gracias a una nueva propuesta legislativa en Bruselas.
Esta propuesta llegaría para poner fin a la polémica política de equipaje de la aerolínea irlandesa de bajo coste, obligándola por fin a aceptar maletas de un tamaño razonable sin tener que pagar más.
Podremos llevar maletas más grandes
El cambio llega de la mano de la reforma del reglamento europeo sobre los derechos de los pasajeros. Un texto consensuado por los ministros de Transportes de la Unión Europea que, entre otros puntos, propone establecer unas dimensiones mínimas obligatorias para el equipaje de mano gratuito: 40x30x15 centímetros. Es decir, lo justo para que no tengas que viajar solo con un neceser.
Y aquí es donde Ryanair se encuentra con el problema. Actualmente, la compañía, en su política de equipaje, impone unas medidas de 40x20x25 centímetros para el bulto gratuito que debe colocarse bajo el asiento. En otras palabras, permite menos anchura de la que ahora exige la propuesta europea. Si se aprueba, Ryanair estaría obligada a ampliar 10 centímetros la anchura de su equipaje permitido, evidenciando que sus restricciones han sido más estrictas que las del resto de aerolíneas low cost.

A pesar que la propuesta todavía tiene que ser llevada al Parlamento Europeo para su negociación y posterior aprobación definitiva, ya está agitando el sector, a pesar de que la única compañía obligada a cambiar su política sería Ryanair. Vueling, Volotea, easyJet o Transavia, que también se denominan lowcost, ya permiten maletas que superan las nuevas medidas mínimas, por lo que la excusa del espacio no es válida y todo tiene que ver con la estrategia comercial de Ryanair para generar ingresos con suplementos y tasas por equipaje.
Sin embargo, España votó en contra de esta medida junto con Alemania, Eslovenia y Portugal, porque considera que la redacción del texto que trata de aclarar qué tipo de equipaje debe ser gratuito es muy ambigua y no resuelve nada. Nuestro país sí está de acuerdo con que los pasajeros puedan llevar una maleta de un tamaño considerable sin tener que pagar nada, pero les preocupa que si no se matiza el texto, las aerolíneas sigan cobrando por todo lo que no encaje exactamente bajo el asiento.

Pero más allá de las dimensiones, esta propuesta también reabre el debate sobre la legalidad de muchas de las tarifas que aplican las aerolíneas. El propio ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha sido tajante al respecto: cobrar por el equipaje de mano que cabe en cabina o por asignar asiento a un acompañante de una persona dependiente es ilegal, incluso con la legislación actual. Es decir, ya se están vulnerando derechos sin que muchas veces el pasajero lo sepa o pueda reclamar.
La Asociación de Líneas Aéreas, por su parte, ha recibido la reforma con los brazos abiertos, argumentando que solucionará muchos de los problemas judiciales que se crean por este motivo. Pero, claro, eso también depende de cómo se cierre el texto final. Si las medidas mínimas no van acompañadas de una definición clara de qué puede llevarse a bordo sin coste, el problema seguirá existiendo.
Ryanair ha jugado durante años con los límites de lo aceptable. Ahora, Europa quiere fijar esos límites por ley. Y eso, para los pasajeros, es por fin hacerles justifica.
Teniendo en cuenta el momento del año en el que nos encontramos, con el mes de junio y la planificación de las vacaciones a flor de piel, todo lo que está ocurriendo con Ryanair será importante tenerlo en cuenta. También habrá que ver cómo responde el mercado a esta propuesta legislativa que podría llegar a marcar la diferencia para miles de viajeros.